No
es necesario ser un especialista en
cardiología de Oviedo para saber cómo utilizar un desfibrilador externo
automático (DEA), un aparato con el que se podrían evitar más del 80 por ciento
de las muertes ocasionadas por un ataque cardíaco. Ante una parada cardíaca, 4
de cada 10 afectados no recibe ningún tipo de atención hasta que se produce la
llegada de los equipos de urgencias, lo que, en muchos casos, ocurre demasiado
tarde.
Sin embrago, en muchos centros comerciales, grandes empresas y otros lugares en
donde se pueden concentrar un gran número de personas, se están instalando
desfibriladores automáticos que pueden ayudar a reducir esas estadísticas. Este tipo de aparatos están preparados para analizar el ritmo cardíaco
de la víctima y, sin necesidad de que haya un especialista en cardiología de Oviedo para manejarlo, administrar una descarga eléctrica en el
pecho del paciente para restablecer el ritmo cardíaco.
Utilizar uno de estos aparatos es muy sencillo, solamente hay que colocar sobre
el pecho del paciente dos parches, uno de ellos bajo la clavícula derecha y el
otro en la parte inferior izquierda. Generalmente en el DEA suele haber un
gráfico con las indicaciones. El aparato empezará entonces a analizar el ritmo
cardíaco y, si lo considera necesario, le aplicará una descarga eléctrica. Es
fundamental que al conectar el aparato al enfermo, nadie le toque para no
alterar los resultados del análisis.
Después de la descarga puede ser necesario realizar maniobras de reanimación
cardiorrespiratoria para proporcionar oxígeno y flujo sanguíneo al cerebro
hasta que lleguen los servicios de emergencia.
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Cortina - Cardiología para asegurarte de que mantienes tu corazón en
perfectas condiciones.